En 1800 Pierre Barcellón, profesor del Rey de Francia hasta
antes de la Revolución, publica «Regles et principes de Paume» donde llega a
definir hasta cómo se ha de construir una cancha.
En esa época la raqueta se
parecía bastante a las de hoy. Desde principios del XIX la raqueta tiene el
mango diferenciado, el cordaje es vertical y horizontal y se fabrican
prácticamente en dos piezas: una que es casi toda la raqueta y otra pieza
central que va en el corazón o cuello de la raqueta. No es simétrica y está
ligeramente «caída» hacia un lado (lopsided), porque todavía hasta el tercer
cuarto del siglo XIX se jugó principalmente al Real Tennis o Jeu de Paume en
cancha cubierta.
A finales del XIX y principios del XX se utilizaba la caoba
para los marcos y el cuello de la raqueta. Para la fabricación del marco
también se empezó a recurrir al nogal europeo y americano, al fresno, al acebo
y al roble, mientras que para los grips se usaba principalmente madera de arce,
cedro, abedul y tilo. El cerezo, en cambio, no estaba recomendado para la zona
del cuello de la raqueta.
Los diferentes fabricantes van incorporando novedades
técnicas en las raquetas. Hasta los años 30 se introduce un clavo transversal
en el cuello de la misma buscando solidez y en esa época surgen en los Estados
Unidos las raquetas metálicas Dayton.
Algunos años después se crean raquetas con el corazón
abierto como la Top Flite o la Hazzell Streamline, esta última con tres barras
al estilo «Le Coq Sportif».
En Norteamérica triunfan marcas como Wright &
Ditson, Spalding y Bancroft. Es el momento en que Don Budge obtiene por primera
vez en la historia el Grand Slam, en 1938, cuando la firma Dunlop lanza los
primeros prototipos de la famosa Maxply, que duraría hasta los ’80. La palabra
«Ply» quiere decir «capa» pues esa raqueta estaba fabricada a base de varias
capas de madera. A partir de los años 40 las raquetas se producen de forma
industrial y la gran mayoría son de madera y laminadas.
Jack Kramer gana Wimbledon en 1947 y Pancho Gonzales el US Open en el ’48 y el ’49. Ambos jugadores dieron nombre a un gran número de raquetas de las marcas Wilson y Spalding respectivamente. También, años después, ambos serían precursores de un profesionalismo que dividiría el tenis en dos: por un lado los amateurs (que disputaban los torneos de Grand Slam y los oficiales) y por otro los profesionales (que disputaban exhibiciones y/o torneos oficiosos). Aunque ya existía el profesionalismo desde Suzanne Lenglen, los «Kramei boys'»marcaron una época. Entre ellos se encontraba mi gran amigo Andrés Gimeno (campeón de Roland Garro: 1972) que muy pronto «se pasaría» a los profesionales y que jugó muchos años cor la Dunlop Maxply.
Jack Kramer gana Wimbledon en 1947 y Pancho Gonzales el US Open en el ’48 y el ’49. Ambos jugadores dieron nombre a un gran número de raquetas de las marcas Wilson y Spalding respectivamente. También, años después, ambos serían precursores de un profesionalismo que dividiría el tenis en dos: por un lado los amateurs (que disputaban los torneos de Grand Slam y los oficiales) y por otro los profesionales (que disputaban exhibiciones y/o torneos oficiosos). Aunque ya existía el profesionalismo desde Suzanne Lenglen, los «Kramei boys'»marcaron una época. Entre ellos se encontraba mi gran amigo Andrés Gimeno (campeón de Roland Garro: 1972) que muy pronto «se pasaría» a los profesionales y que jugó muchos años cor la Dunlop Maxply.
Por su parte el genial Manolo Santana (campeón de Wimbledon
’66, Roland Garros ’61 y ’64 y US Open ’65) jugó muchos años: con la raqueta
Slazenger Challenge Nº 1 y desarrollaría toda su carrera en el ámbito amateur.
Desde finales de los 50 hasta lo: 70 ‘la cuadra australiana’ de Harry Hopmar
dominó los Grand Slam y la Copa Davis Lew Hoad, Ken Rosewall, Ashley Cooper Roy
Emerson, Tony Roche, Fred Stolle, joht Newcombe, Neale Fraser y el gran Rod
Laver, que ganó dos Grand Slam, en el ‘6. y el ’69. Predominaban la Dunlop
Maxpl, la Wilson JackKramerAutograph, las Slazenger, las Snauwaert y las
Spalding.
En 1968 todos los torneos son abiertos: ya no existe la
diferenciación entre profesionales y amateurs. A mediados de los ’70 entran en
escena Jimmy Connors y Bjorn Borg, y algo más tarde John McEnroe. En 1965 el ex
campeón e ingeniero francés Rene Lacoste crea la raqueta metálica Lacoste.
Dos años después Wilson compraría su patente y Connors la
haría famosa como la Wilson T-2000. Algo después la casa Donnay «se apoyaría’
en el sueco Bjorn Borg para promocionar sus modelos Allwood o Borg Pro, mientras que la marca belga Snauwaert eligiría para promocionar sus modelos a los estadounidenses Brian Gottfried y Vitas Gerulaitis.
A
finales de los ’80 las raquetas de madera comienzan su declive e irrumpen con
fuerza las raquetas modernas composite, de fibra de vidrio, carbono, grafito,
kevlar, cerámica, etc.. Pero no sólo cambiarían los materiales, también su
diseño. Prácticamente todas tienen el corazón abierto y surgen las raquetas
mid-size y las oversize.